Más allá de una peluca o un postizo, un apoyo ante la enfermedad
Es un tema tabú, del que normalmente no se habla, ni se pregunta, pero la estética oncológica está cada vez más extendida y puede ser una valiosa herramienta para aquellas personas que padecen cáncer y afrontan con desconsuelo la caída del cabello, las irritaciones en la piel o la hinchazón que producen los fuertes tratamientos médicos para combatir la enfermedad.
Una peluca, una micropigmentación que reconstruye cejas y pestañas, un masaje linfático… no curan el cáncer, ni alivian el dolor y el cansancio, pero en algunos casos, ayudan. «Es importante que la gente sepa que existen soluciones para muchas cosas, que lo fundamental es dar con la más apropiada para cada uno, hacerlo de una forma discreta y sobre todo, procurar que se sientan un poco reconfortados y seguros de cara al exterior», señala Beatriz Blanco García, titulada en estética reparadora integral, en estética oncológica y especializada en prótesis y posticería. Mañana ofrecerá una charla sobre esta materia a las 16.00 horas, en la casa de cultura de Legazpi, coincidiendo con el Día Mundial Contra el Cáncer. «Hay personas que hablan abiertamente de su enfermedad, pero existen otras muchas que la sufren en silencio, porque llevan mal que les pregunten continuamente sobre el tema o que les miren con cierta lástima, es entonces cuando la estética oncológica puede resultar una buena ayuda», señala Beatriz, que cuenta con una extensa experiencia en el sector como responsable del primer centro de estética oncológica de Gipuzkoa, situado en Zumarraga desde el año 2005.
Asegura que se trata de un campo en el que cada vez hay más demanda. El abanico de posibilidades también va creciendo. Junto a las pelucas sintéticas, proliferan las naturales hechas a medida y otras alternativas como diademas que simulan un flequillo y cabello en la parte posterior. «Los gorros, turbantes y pañuelos también son un recurso, dependiendo de las necesidades y ocasiones en las que se vayan a utilizar», indica. Ante la caída de cejas y pestañas, se realizan micropigmentaciones, basadas en maquillaje permanente de estas partes, no sin antes, haber realizado la correspondiente consulta al médico. En cuanto al cutis, se practican limpiezas con productos suaves. «Puesto que la medicación intoxica la piel, produciendo diferentes daños, se debe utilizar una higiene diferente a la convencional», explica Beatriz. «En esa misma línea, existe maquillaje de composición lo más natural posible», detalla. Otra opción son los masajes. «Se utilizan especialmente con pacientes que tienen Linfedemas, inflamaciones en brazos a causa de una mastectomia, también con personas de piernas hinchadas por retención de líquidos o por haber estado mucho tiempo hospitalizadas», apunta.